martes, 24 de mayo de 2011

Cuando hay que participar en Facebook




No escribir o postear en Facebook o en las diversas redes, propone una ausencia. Todo corte, toda pausa, marca un tiempo distinto, de allí que en las sesiones analíticas el tiempo haga parte del dispositivo, como lo puede ser la palabra, el diván, el costo, etc.
El tiempo de corte de una sesión, no debe ser algo programado, ni estandarizado, porque no tiene efecto, no del que nos interesa, cuando alguien dice algo o hay una interpretación que debe ser digerida, procesada sobretodo inconscientemente, allí es necesario un corte que marque, que censure que algo ha pasado, se ha dicho algo, se ha escuchado algo, y eso producirá un efecto.

La ausencia en Internet, es uno de los temas en los que nos quedamos la vez pasada...
Mi ausencia en este caso estuvo marcado por dos cortes a su vez, uno que da cuenta de mi estado civil y otro que es la apertura de mi ausencia en Buenos Aires, pues me iré a residir a España, y como último encuentro en esta etapa, me presenté en el Congreso de la Asociación de Salud Mental, hablando de Facebook.

Con respecto al primer corte, mi casamiento, debo contar una anécdota que me permitirá luego hablar de las nuevas reglas a a partir de las funciones del 2.0. Mi madre me llamó consternada, pues mi familia reclamaba el que no hubieran sido etiquetados en la invitación al evento en el Facebook y me pidió expresamente que lo hiciera como un favor social, como si la forma actual de "participar" un evento es ahora por este medio. en un momento me sorprendí de estar hablando sobre desencuentros de Facebook con mi madre, pero finalmente lo hice, no era ningún aprieto realmente.



Respecto al segundo, va a continuación el texto que presenté y que encierra mi inquietud acerca de este tema, no obviamente sin hacer algún corte.

EL MUNDO DESPUÉS DE FACEBOOK (Primera Parte)

El tercer país del mundo en tamaño de población, después de China e India, se llama Facebook. Para abril de 2011, Facebook, qué no necesita presentación, tal vez si, instrucciones, tenía 610.736.920 usuarios registrados, es decir que si las cosas en el mundo fueran equitativas y todos tuviéramos Internet, podríamos decir que uno de cada siete habitantes del planeta están inscritos en esta red.
Cada sesenta segundos en Facebook los usuarios envían 230.000 mensajes, actualizan 95.000 veces su estatus, escriben 80.000 mensajes en sus muros, etiquetan 65.000 fotos, comparten 50.000 links y hacen clic en el botón de “Me gusta” medio millón de veces. Ha sido traducido por más de 300.000 voluntarios a 100 idiomas y sus desarrolladores pertenecen a casi 190 países diferentes.

Facebook además pasará a la historia no sólo por conectar a tanta gente desde diversos lugares, sino también lo hará como un instrumento de otras historias. En los 18 días que antecedieron la renuncia de Mubarak en Egipto, y siendo su lugar de inicio, los manifestantes usaron Facebook para organizarse, propagaron recetas para inmunizarse a los gases lacrimógenos, y contrarrestaron la propaganda del régimen. Facebook permitió la unidad de grupos tan distintos como la Hermandad Musulmana y los Cristianos Coptos, por ejemplo, y aunque fue censurado, fue el instrumento vital de la revolución egipcia.
En el día a día, cada sujeto usa de manera diferente el Facebook, y también es diferente la importancia que tiene en sus actividades cotidianas y en su vida psíquica. Esto es el uno por uno, pero partimos que Facebook es una puerta que abre a un mundo virtual y del cual el sujeto se vuelve cada vez más dependiente.
Nunca antes la comunicación y el hecho de compartir referencias, fue tan inmediata, de fácil acceso y generalizada como ahora lo es. Tanto, que calculo que en los próximos congresos, habrán muchos más trabajos acerca de las problemáticas creadas a partir de las nuevas tecnologías que los que hubo en este congreso, que según sé son cuatro o cinco.
¿Cómo entender Facebook?, podría ser desde varias posturas ideológicas, una genérica que diría que es sólo una página más de interacción entre personas, o una desde el discurso marxista que la ubicaría como un medio más de opresión y control para la expansión de valores capitalistas, o al mismo capitalismo defendiéndola desde la libertad de expresión por ejemplo…
¿Pero cómo pensar Facebook, desde un lugar clínico?
¿Cómo una plataforma virtual, como fenómeno imaginario, puede tener tan diversos efectos subjetivos?
¿Cómo pensar el duelo o las pérdidas si está de por medio Facebook donde no se pierde nada, y como Funes, de todo se acuerda?
¿Cómo pensar al cuerpo, si ahora ya no lo inviste la piel sino un perfil?
¿Cómo pensar la soledad o la inhibición, si se puede tener 500 amigos, pero estar muy solo?
¿Cómo pensar la presencia del otro, de los otros, la mirada y el ser mirado a partir de fenómenos como Facebook?
¿Cómo podemos pensar a las masas, los movimientos de acciones políticas, artísticas e incluso psicoanalíticas y su gran alcance y poder?
¿Cómo podemos pensar la sexualidad y al amor en los tiempos del Facebook?


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